BF: ¿Cómo supiste que te querías dedicar al diseño de producto en el ámbito del mueble y la iluminación?
J.H: Pues es algo que fue madurando poco a poco, posiblemente durante la carrera de Ingeniería Técnica en Diseño Industrial.
En un primer momento me gustaba mucho el diseño de automóviles; diseñar coches, motos, etc.
Recuerdo nítidamente dibujar coches desde muy pequeño en casa de mis padres.
Pero a medida que fui formándome me di cuenta de que lo que realmente me interesaba era el diseño de objetos, fuese cual fuese su naturaleza. El hecho de que finalmente me haya dedicado más al diseño de mueble e iluminación es simplemente una consecuencia de la industria que tenemos en Valencia/España.
BF: ¿Hay alguna anécdota de tu trayectoria profesional que te guste recordar? ¿Cúal es?
J.H: Tengo muchas anécdotas… Recuerdo con cariño cuando gané el 1er Premio en el concurso CETEM junto a mis compañeros Marcos y Lluïsa de Ebualà, fue todo un espaldarazo para unos jóvenes diseñadores que empezaban a dar sus primeros pasos como profesionales.
Fue genial, cuando hice el primer boceto de aquel proyecto (*el sofá “Café con Leche”) ya supe que era una buena idea, lo vi claro. Por eso me quedo también, aparte de con el premio, con esa sensación de cuando tienes una gran idea, ¡para mí es algo increíble!
BF: ¿Qué ha sido lo más complicado que has vivido como diseñador?
J.H: Posiblemente los primeros años de la crisis cuando muchas empresas pequeñas y medianas del sector que no pudieron adaptarse a la nueva situación y se vieron abocadas al cierre. Conozco muchos casos desgraciadamente.
BF: ¿Qué frase te motiva o te gusta recordar en tu día a día?
J.H: Siempre pienso que tengo mucha suerte de trabajar en algo que realmente me apasiona, ¡y que mi mejor diseño aún está por llegar!
BF: ¿Qué es lo que buscas en el diseño de cada pieza de mobiliario?
J.H: Que me emocione, que me cuente cosas, que sea honesto, que funcione bien…
BF: ¿En qué te fijas cada vez que ves un pieza exclusiva de mobiliario?
J.H: Siempre hago una primera lectura en cuanto al concepto que hay detrás, a ver si aporta algo nuevo y el porqué.
Luego, lógicamente, me fijo en los detalles, en cómo está fabricado, en los materiales y en si cumple o no la función para la que se ha diseñado.
Cada vez soy más exigente con esto último.
BF: ¿En qué autor o autores te has inspirado?
J.H: No se si me he inspirado concretamente en alguien, diría que no, pero te puedo nombrar algunos de los que más me gustan; Miquel Milá, Patricia Urquiola, Mario Ruiz, Enzo Mari, Nendo, Jasper Morrison…
De cada uno de ellos (y de muchos otros) me podría quedar con alguna cosa, sin duda.
BF: ¿Qué crees que es lo que te caracteriza como diseñador?
J.H: Pues es una buena pregunta que yo mismo me hago a veces. Hace algunos años no veía ese hilo conductor que me definiese como diseñador/autor ahora, echo la vista atrás y veo cada vez más claro en mis diseños una inspiración en la naturaleza y en lo que me rodea.
Aunque suene un poco a tópico así es.
BF: Si tuvieras que decirle dos palabras a un diseñador que acaba de iniciarse en el mundo profesional, ¿qué le dirías?
J.H: Si solo pudiera decirle dos serían; tenacidad y curiosidad. Pero a parte le diría, que no tenga miedo de proponer cosas nuevas, que hay mucho por hacer y por aprender…
BF: ¿Qué requisitos consideras necesarios para ser un buen diseñador?
J.H: Como en cualquier profesión hay que ser trabajador y responsable, pero además aquí hay que ser creativo, curioso, preciso, resolutivo, … Y analizar el presente para soñar el futuro!
BF: ¿Qué es lo que más destacarías de tu trabajo realizado para Beltá Frajumar?
J.H: Creo que hemos desarrollado conjuntamente durante los últimos años una serie de piezas que aportan personalidad y calidad a partes iguales.
Yo disfruto mucho con ellos especialmente el proceso de prototipado; no escatiman en hacer las pruebas que haga falta en un nuevo modelo hasta conseguir el resultado óptimo y eso es muy gratificante desde el punto de vista del diseñador.
BF: ¿Qué destacarías de la butaca DELTA?
J.H: Para mí, Delta es una pieza “tranquila” y atemporal, es icónica pero sin estridencias y eso le permite encajar bien en cualquier espacio. Muestra de ello es el proyecto en el Parador Nacional de “Costa da Morte”, donde convive perfectamente en las habitaciones con otras piezas maestras de grandes marcas.
BF: ¿Nos puedes indicar tres características que definen al sofá MUST? ¿Y el sofá Well?
J.H: Must es elegante y ligero, con un detalle muy bonito del encuentro entre los brazos con la base.
Well sin embargo es cálido y casual, es como una nube que te acoge en su interior.
Ambos están fabricados de una forma excepcional, desde el esqueleto hasta la última costura.
¡Estoy muy contento con el resultado!